El sanatorio, diseñado por el arquitecto Raúl Lino, fue inaugurado em 1909, una década antes de la creación del Balneario de Caramulo.
Su ubicación, estratégicamente alejada del centro urbano, garantizada la pureza del aire y contenía la propagación de la enfermedad.
La fachada sur del sanatorio presenta una galería rítmica de 3 plantas, elegantemente proporcionada.